Pesto de Toronjil
El toronjil, también conocido como melisa o lemon balm en inglés, crece silenciosamente en jardines de hierbas y ventanas soleadas. Esta planta ha sido valorado durante siglos no solo por su delicado aroma cítrico. Miembro de la familia de la menta, esta antigua hierba tiene sus raíces en la región mediterránea, donde griegos y romanos la apreciaban por sus cualidades relajantes y energizantes. A lo largo de la historia, herbolarios de renombre como Hipócrates hasta Hildegarda de Bingen, reconocieron su capacidad para calmar, favorecer la digestión e incluso mejorar la memoria.
El toronjil puede usarse para preparar un pesto casero fresco y aromático. Esta receta es una versión fragante del clásico pesto de albahaca, combinando los tonos cítricos y brillantes del toronjil con ajo, pistachos y aceite de oliva para lograr un sabor único. Es una forma sencilla y elegante de incorporar esta hierba a tu cocina diaria—ya sea como aderezo para pasta, sobre pan crujiente o añadido a sopas para darles un toque sabroso.
Más allá de su encanto culinario, el pesto de toronjil también ofrece bienestar en cada cucharada. Cargado de antioxidantes y con propiedades que elevan el estado de ánimo, el toronjil favorece la relajación y refuerza el sistema inmunológico mientras aporta una dosis de nutrición verde. Ya sea que busques un remedio reconfortante o un nuevo ingrediente básico delicioso en tu cocina, este pesto combina tradición, salud y sabor en cada bocado.
Para comenzar, reúne un buen manojo de hojas frescas de toronjil. Puedes encontrarlas en tiendas naturistas, mercados de agricultores o en la sección de hierbas de tu vivero local. Si tienes la suerte de cultivarlas en casa, ¡mucho mejor! Una vez que tengas el toronjil, lava y seca bien cada hoja. Este paso es fundamental para eliminar tierra, polvo o insectos pequeños.
En un procesador de alimentos, combina las hojas de toronjil con pistachos sin cáscara, ajo fresco, una pizca de sal y aceite de oliva. Procesa la mezcla hasta que esté que quede homogeneo, deteniéndote de vez en cuando para raspar los lados del recipiente y asegurarte de que todo se mezcle bien. Si deseas una textura más sedosa, puedes añadir un poco más de aceite de oliva; si prefieres un sabor más intenso, agrega más toronjil.
Una vez que el pesto tenga una textura uniforme y suave, transfiérelo a un recipiente o frasco para servir o almacenar. Este pesto es muy versátil asi que se puede usar de muchas maneras: mézclala con pasta recién hecha para una cena rápida y refrescante, agrégala sobre vegetales asados, o simplemente úntala en pan tostado con una pizca de sal para un snack brillante y satisfactorio. También puedes añadirla a sopas o batirla en aderezos para ensaladas para darles un toque herbal. Si lo guardas en un recipiente hermético en la nevera, tu pesto de melisa se conservará hasta una semana, listo para aportar su vibrante sabor herbal a cualquier comida.
Receta:
1 taza de toronjil o melisa fresco
2 dientes de ajo fresco
⅓ de taza de pistachos
⅓ de taza de aceite de oliva
½ cucharadita de sal
Instrucciones:
Lava y seca bien el toronjil fresco. Coloca el toronjil, el ajo, los pistachos, el aceite de oliva y la sal en un procesador de alimentos. Procesa hasta obtener una textura uniforme, raspando los lados del procesador según sea necesario. Una vez mezclado, transfiere a un recipiente o frasco y úsalo como cualquier otro pesto. ¡Disfruta!